Vivimos rodeados de datos, y esto no es cosa de hoy, llevamos haciéndolo desde muchísimos años atrás. ¿La media del gasto de luz al mes por cada habitante? ¿La cantidad de basura que se recoge diariamente? ¿El estado del tráfico de la AP 8? ¿El aumento del consumo del carburante y el índice de contaminación? La respuesta de todas estas preguntas la tienen los ordenadores, gracias a los datos.
La aplicación de la Inteligencia Artificial en nuestro día a día
Los ordenadores, entrenados por diferentes algoritmos, nos aconsejan, informan, advierten de cualquier información que sea relevante para la sociedad; tasa de contaminación, tasa de obesidad en menores de 18 años en España, pronóstico de casos de X enfermedades, la predicción del tiempo, la ruta más corta y rápida para llegar al destino deseado, la cantidad del stock que necesitaremos en el mes de agosto o en qué estantería y pasillo del super colocar el pan para conseguir más ventas. Esto es la Inteligencia Artificial.
Pero no solo eso, también llega a hacer predicciones por debajo de un kilómetro de superficie, el viento que hará en una zona de molinos, o la temperatura que el maquinista se encontrará en su línea de ferrocarril.
Cirrus, el big data de la meteorología.
Si ponemos como caso real a Aemet, agencia estatal de meteorología, esta necesita un gran ordenador para procesar millones de datos. Le llaman el Cirrus, el segundo ordenador más potente de España, después de “Mare Nostrum” de Barcelona.
En busca de la marihuana
O el caso que se conoce contra la lucha de las plantaciones de drogas. El procesamiento masivo de los datos, detecta el consumo de la luz que se produce en el cultivo de marihuana, iniciando una investigación a raíz de esos datos conseguidos.
¿Protegidos ante la abundancia de datos?
La Unión Europea trabaja el reglamento que refuerza la protección de los datos que violan la privacidad, dándole un enfoque humanista al crecimiento digital.
El futuro de la Inteligencia Artificial, nuestro futuro
La Inteligencia Artificial es una revolución como fue la extensión de la fibra óptica por toda España, que gracias a ella tenemos la opción de teletrabajar o realizar clases online como ha sucedido durante la pandemia o comunicarnos con familiares y amigos desde la otra punta del mundo.
Los inicios nunca son fáciles, y menos en ámbitos tan difíciles de entender cómo es la Inteligencia Artificial, que nos aterramos cada vez que escuchamos ese término.
Pero como recalca Javier Rodriguez Zapatero, actual presidente de ISDI (Instituto Superior para el Desarrollo de Internet), “si queremos dejar de ser una colonia tecnológica de Estados Unidos o de los países asiáticos, debemos invertir en la digitalización”.
